Pensar en el paraíso nos traslada
ineludiblemente a una isla desierta del Pacífico Sur. No es para menos, aquí se
encuentran algunas de las más bellas y celestiales islas del planeta. Y digo
celestial no en referencia a su connotación religiosa o divina, que también
podría serlo, sino a esa acepción mucho más terrenal, mucho más hedonista relacionada
con el arte del placer puro.
Muy poco conocida, y muy poco visitada, Lord Howe es una pequeña isla volcánica
situada a unos 600 kilómetros de la costa Este australiana, a menos de dos
horas en vuelo desde Sídney.
Forma parte de un selecto y reducidísimo club
de la UNESCO: el de islas inscritas en su listado Patrimonio Mundial de la
Humanidad en atención casi exclusivamente a su belleza escénica y paisajística.
Es el Paraíso en mayúsculas, la tierra prometida. Para muchos, la isla más
hermosa del Océano Pacífico.
Con playas solitarias de arena dorada y
una laguna de aguas cristalinas custodiada por el arrecife de coral más al sur
del planeta, en Lord Howe se puede bucear, hacer submarinismo, pasear por la
selva e incluso realizar caminatas muchos más exigentes como el ascenso al maravillo
monte Gower, una experiencia sin duda memorable.
Cómo llegar
En vuelo directo desde Sídney o Brisbane con la compañía aérea Qantaslink.
En temporada alta, primavera y verano australes, existe una conexión semanal
en barco desde Port Macquarie.
Cuándo ir
La mejor época para visitar la isla es de septiembre a junio. Julio y
agosto es la época más húmeda, con lluvias torrenciales a diario, aunque
también luce el sol en determinados momentos del día.
Qué hacer
Disfrutar del paisaje, bucear, realizar inmersiones con botella, caminatas
de naturaleza, avistamiento de aves marinas, tomar el sol, descansar, leer, soñar…
Dónde alojarse
En la isla hay hoteles de todos los niveles, desde pequeños negocios
familiares a establecimientos de lujo
extremo. Pregúntanos.
Las playas más bonitas
Neds Beach: en el extremo nordeste de la isla. De película. Ideal para ir
con niños.
North Bay: accesible solo por mar o a pie, la bahía norte de la isla es un lugar ideal para la observación de aves marinas y el buceo.
Maravillas naturales
Pirámide de Ball: se trata de un islote deshabitado situado a unos 20
kilómetros de Lord Howe. Sus 562 metros de altitud lo convierten en el
promontorio rocoso más elevado del mundo. Sus fondos marinos son un verdadero
paraíso para los submarinistas.
Monte Gower: con sus 875 metros de altura, el Monte Gower es el punto más
elevado de la isla y una de las caminatas de un día más espectaculares de Australia.
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