Es la segunda ciudad donde mejor se vive del mundo, y probablemente
merecería la primera posición. Eclipsada injustamente por su poderosísima
hermana Sídney, Melbourne es una ciudad extraordinaria y cautivadora, que
invita a disfrutar de la vida, de la cultura, de los paisajes, de las compras,
de los paseos en bici y sobre todo de la lectura: aquí se concentran casi la
mitad de todas las librerías de
Australia. Casi nada.
Estos son algunos de nuestros momentos más especiales en un viaje a
Melbourne:
1.- Un paseo en globo al
amanecer:
Melbourne es una de las pocas grandes
ciudades del mundo donde todavía es posible realizar un paseo en globo. Y si
además lo hacemos al amanecer, el momento será mágico: atravesar parques,
jardines, tejados, estadios y descubrir el dinamismo frenético de esta ciudad desde el
aire es una experiencia sublime. Y si el dinero no es un problema para nosotros,
recomendamos proseguir ruta hasta el valle Yarra, la zona
vitivinícola por excelencia del estado de Victoria.
2.- Compras, compras,
compras:
de todo y para todos. Con estilo, para
mejorar nuestros armarios, en Queen Victoria Market y Collins Street. Con
pasión, para los coleccionistas empedernidos, como el suscriptor de este
artículo. Con vocación, para los que amamos el arte, en National Gallery of
Victoria. Con contención, para los que no tenemos tanto dinero, en Swanston
Street. Y por último con placer y auto admiración, para los hedonistas sin remedio, en Collins Place.
3.- Un paseo en bicicleta:
Melbourne es posiblemente una de las ciudades más “bike friendly” del
mundo. Parques, jardines y carriles bici abundan por doquier. Descubrir la
ciudad sobre dos ruedas es un verdadero placer que no debemos dejar pasar:
barrios multiculturales y multirraciales, rincones apartados, cafés secretos,
librerías donde descansar y un sinfín de sitios más.
4.- Un paseo en tranvía:
pero si lo nuestro no es el ejercicio en exceso, siempre encontraremos
una fórmula más cómoda de adentrarnos en el corazón de Melbourne, por ejemplo
disfrutando de un agradable paseo en un tranvía de época colonial mientras
degustamos una deliciosa cena o almuerzo maridado con los mejores vinos
australianos.
5.- La Gran Carretera del
Océano:
ya sé que no forma parte del entramado de la
ciudad, pero venir hasta aquí y no hacer una excursión por una de las rutas
escénicas más bellas del mundo es un
verdadero crimen. Si quieres conocer más detalles sobre esta ruta, pincha en
este enlace.
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